Nuestros auditores internos abordan cada tarea de auditoría con un enfoque sistemático y disciplinado.
Esta directriz inicial sienta las bases para un proceso de auditoría ordenado y con propósito, en contraposición a una ejecución improvisada o carente de estructura.
La planificación cuidadosa
La planificación cuidadosa es un requisito esencial para asegurar que los recursos de tu negocio se utilicen de manera óptima y que la auditoría se enmarque en las áreas relevantes de la organización de forma efectiva.
Para concretar este principio, se definen varias normas que guían el proceso de planificación. Estas normas abarcan desde la necesidad de una comunicación fluida durante el desarrollo del trabajo de auditoría, pasando por la etapa crucial de evaluación de riesgos inherentes al propio trabajo.
También, como auditores, destacamos la importancia de establecer con claridad los objetivos que persigue la auditoría y el alcance de esta, garantizando que todos los involucrados comprendan qué se espera lograr y cuales áreas serán examinadas.
La definición de criterios de evaluación es igualmente vital, ya que estos parámetros nos permiten sopesar equilibradamente el desempeño de lo auditado.
De igual forma, esta planificación también considera los recursos necesarios para llevar a cabo la auditoría, incluyendo un personal con las competencias adecuadas, el cronograma de trabajo y las herramientas con las que se cuenta.
Todo esto culmina en la elaboración de un programa de trabajo detallado, que actuará como una guía operativa, especificando las tareas concretas, los responsables de su ejecución y los plazos previstos.
Una auditoría interna de calidad y con resultados significativos depende directamente de una fase de planificación exhaustiva y bien estructurada, que considere todos estos elementos interrelacionados.
Si necesitas auditoría interna, nuestros especialistas esperan por ti, contáctanos a nuestro DM o llámanos al 809 683 7244.